sábado, 17 de mayo de 2008

XLVI

Recrear-crearse
Nuevos, humanos
Trampolines al color allende la materia
Cromófagos feroces, sin fronteras
Como el unicornio que no sabe de sedicia, no sabe
De truenos de cuchillas
Vamos, fluente silabario
Puente al Infinito
Lo que anhelamos, desde que descubrimos qué es la muerte, y sabemos que vivimos y morimos en simultáneo
Gigantes como somos
Sobran joyas y pesares
Como los colores, tan presentes tan ausentes
En la Luz que a todos lleva
Suplicio o fornicio
La Vida indescifrable
Receptáculo y eso, eso
El suave festín del tridente
Tridente que atesora nuestro tiempo, el Tiempo
Que acaso imaginamos para consuelo, siendo brava la marea
Enterrando a los que alguna vez amaron
Astrolabio peligroso el dirigible,
Predecible rumbo de las cosas
Al fin y al cabo niños
Que apredieron a mentir y agacharse
Nómadas espirituales
Pobres, pobres de espíritu
Ajenos, enajenados
A ustedes hablo
Con una fe, una fe son muchas
Porque lo que somos aspira a eternidad, pero también perece,
y por eso jugamos a ser dioses o a crearlos
Rayo cruces periscopio
Lunas estrellas martillos
Las estatuas del ayer ya no sonríen
Y es que el mundo duda, duda
Un nuevo amanecer, qué frase tan raída, pero he ahí la esencia
Nuevo Orden el llamado
Declaro, apruebo y cumplo
El designio de los astros.


David Aberto Campos Vargas, Nuevo Orden, 2007

XLV

Para mis amigos,
Esos escasos de alma prístina
Ángeles o angélicos mundanos
Soñadores, y de los buenos
Un solo rostro siempre
Honorables ascetas y sibaritas
Lealtad hecha carne

Para mis amigos,
Color sabor textura
Esa felicidad que no sabe de silencios
Esa llamarada

Aquí está, sincero, honesto,
Este pedacito de mi corazón.


David Alberto Campos Vargas, Nuevo Orden, 2007

XLIV

Infinita traza de colores
La vida mi vida y vida nuestra
Vosotros, sufrientes,
Entienden lo que hablo

No es lítico amar volcán de piedra
Ni acuático amor mar de lágrimas
Sin reverso o anverso el verso difunde
Estero de cal de sangre y mariposa

No calle, no calle la constancia

No interrumpa el poeta su canto

Oh amor, amor tan nuestro
Brillante ecolalia en las sombras

Penumbra, aflicción acaso
Pero una luz de amanecer se acerca

Cada verso es un latido,
Una sonrisa que se extiende.

David Alberto Campos Vargas, Nuevo Orden, 2007

XLIII

MORFOLOGÍA DEL ESPANTO

I

Abro la puerta
Camino, un largo camino
Por doquier oscuridad duda tinieblas
Ni siquiera la penumbra que intuye la esperanza
De tumbo en tumbo explorando
Cicatrices como cristales
Flores pieles almas marchitas

¿Qué es Amor?
Acaso el buen Platón
Olvidó que estamos vivos
Ignoró nuestra naturaleza,
Nuestra triste carne putrefacta
Acaso Jesucristo
Predicó para otros o nos veía distintos

Y eso que el poeta amó,
Amó hasta las entrañas.

II

De rodillas
Postulo Redención de lo Humano
Grandeza inequívoca excelente
Devorada por cañones insaciables
De antropófagos sin nombre

Humillado y solitario
Con Fe en el Futuro
Superadas catedrales y tortura
Superadas cruces látigos espadas
Entiendo
Pero entender no es suficiente
Si continúa la bestia dentro del Hombre.

III

De circo y cinema
Salen poses gestos risa
Y allá, afuera
Emergen cráneos vísceras lágrimas

¡He ahí la apariencia, las máscaras que escupo!
Horror, pero los maniquíes no piensan
Y mientras se cubre la Tierra de sangre
Siguen anhelando ser celebridades.

IV

Hermano, hermana
¡Acudan en mi auxilio,
El oxígeno no basta!
Asfixiado ya por la inmundicia
Decepcionado y moribundo
Peleo para huir de los mediocres...
Pero allí están, poblando el Mundo,
Vanidad escudada en belleza
Soberbia disfrazada de elegancia
Codicia, corrupción, caldo de enajenados
Androides de mente mutilada.

V

La pared es el sótano
Y el sótano la casa
¿Escaleras? Ninguna,
O ninguna aparente, colegas

Hay que saber buscarla.


VI

Un poema es poderoso
Pero el tonto se deslumbra con las armas

¡Ah, insensatos!
¿Hasta cuándo?
¿Cuántos millares de cabezas
Deberán rodar para que cambien?

VII

Ustedes conocen,
Pero busquen más allá de lo evidente:
Detrás del sofisma la ecuación los transistores
Se esconde el Saber que todos buscan;
Lo otro es interesante, pero no Definitivo.



VIII

Zaratustra indagó pero quedó en suspenso,
Y más aún su admirador atormentado;
Confucio, como otros valientes,
Se fue sin encontrar, herido;
Estudiamos dialogamos viajamos en azul
Mar de sensación el oasis la lira
Amamos soñamos escribimos
Oramos ayunamos compartimos
Queremos la verdad, si es que se encuentra,
Ansiamos la respuesta, las respuestas,
Pero acabamos como Kant: mudos estupefactos temerosos
Y eso cuando nos dejan,
Cuando las balas la moda la brutalidad nos lo permiten.

IX

Mar de lágrimas
Ayer, hoy, ¿mañana?

Vampiros arpías amazonas
Beben nuestra sangre con deleite:
Mientras las madres entierran a sus hijos
Ellos amasan fortunas escalan posiciones.


X

Esta Morfología del Espanto
Me llena de náusea y hastío,
Las estrellas se borran el verso se diluye
Cuando el ruiseñor es reemplazado por metralla
La musa enmudece la rosa se marchita
Los colores se olvidan como las señales
Se olvidan dignidad bondad caricia
Bloques de furia rompen los cristales

Ahora el poderoso patea calaveras
Mientras rugen sus secuaces en las sombras,
Hombres y mujeres se tornan enemigos
Se juega con mentira y puñales
Compiten se odian los hermanos
Por doquier se rinde culto al oro

Caen niños como troncos
Pero todos celebran en la tele,
Tanto glamour no deja espacio al pensamiento.

XI

No más heridas
Llagas cual centellas ultrajante canto
Palabras descuartizadas
Martes y Venus por millones
Aplausos a la tiranía
Sonríen histriones y narcisos
Por doquier modelos y soldados y el mundo dizque avanza
Pero no, no más quebranto
No más fuerza y fanatismo
¿Autoridad?, ¿autoridad en dónde?
¿Cesarán losas de sangre, fosas de olvido,
Huérfanos, dolientes?

XII

Riqueza corazón benigno
Pobreza yates y mansiones
Ascenso palabra y sacrificio
Descenso hipocresía falsos favores
Honor el mérito
Deshonra recomendaciones
Popularidad la vida honesta
Estrellato tesoro de bufones.

XIII

Huyo no sé dónde
Pero las puertas son minúsculas
Y cada vez más amplios corredores
Me alejan liberación salida
Caen dedos pulmones lenguas
Litros de sangre el panorama
Paredes asfixiantes ventanas imposibles
Gritan borrego y doncella
Quema la música sacra
En el antro de los infelices

El cosmos un abismo
Mi vida un caleidoscopio.



Y aquí es
O aquí está
Aunque no sea lo mismo
El hombre hijo de carne
El que amó, amó, amó
Vocación por encima de oficio
El que supo de círculo y esfera
Allende las estrellas tabernáculo
Y el ansia sin fin de lo infinito

Hélo aquí, al inocente
Que remienda grietas con metáfora
Vive de adjetivos lo vivible
Y es verbo o verbos que entrelazan

Ése al que flagelan
No es, no es

Más que estela, camino

Él puede
O cree que puede
Acaso sea lo mismo
Resucitar hacer moverlos
Como encanto de palabra

Aquí, después allá

Está buscando.


David Alberto Campos Vargas, Nuevo Orden, 2007

XLII

¿Está dicho?
¿El alma es el poema?
¿Superados pincel, mármol, lira?

¿Es suficiente el silencio del órgano,
El aire de sepulcro en violeta?

¿Alcanza la vida, para esa otra Vida que se añora?

¡Oh el río, el río de sangre en nuestro mundo!

Anchos canales, ciudad en periferia
Navego leo en las entrañas
Se yergue el azul y el horizonte
Clama coronas en la Esfera

¿Se puede ser feliz, más allá del instante?

¿Es juego es drama este momento,
O simple materia vacilante?

¿Es un hecho?
¿Riman reflexión y éxtasis?
¿Basta una mirada perpleja al horizonte?

David Alberto Campos Vargas, Nuevo Orden, 2007

XLI

Incesante
Aquella figura
Un nombre sin fondo
Un mundo apenas pronunciado
El poema
Es oasis, mi alma

Volando entre rosas
Asienten demonio y arcángel
Amarillo y blanco en pólvora
Informes por doquier en barricada
Voces ojos cabellera
Una mujer son cientos
Ventana insospechada la escritura
Tobogán hacia adentro

Un niño que quiso ser arte
Un hombre que busca
Un soñador acaso, uno de los buenos

Y es el ansia clandestina
Como espúreo el pentagrama
El verso que trasciende
Juega a la infinitud pese a mis huesos

Es todo un viaje
Cuyo fin desconocemos
Un quejido de mandolina

Fulgura el golpe de la pluma
De la propia afirmación, de la constancia

Soy así, perdurable
Recuerdo lo que anhelo
Caminante astronauta amigo
De metáfora apenas, de espejo, de luna llena.

David Alberto Campos Vargas, Nuevo Orden,2007

XL

Plenitud de conciencia
Lejos la ciencia inerte
Soy aquél que nunca ha dicho miedo
Aquél que busca las estrellas

Navegar, navegar, les digo
Es tener conciencia panorámica

Alejados los circuitos
La bisutería del quirófano
Esa llama que llamamos limbo

Todo converge y se conecta

El ayer el mañana son una misma cosa
El hoy se parte en mil pedazos

Pasado o futuro, qué importa

Cuando se está despierto
No se pierde tiempo en esas cosas

Conciencia plena
Un nuevo mundo cerca
Lanzas libros leones
Casas velas aeroplanos
Docena de cruces como apóstoles
Haciéndose ceniza en medio de la euforia

Mártir, resiste la caricia
Mártir, resiste al apego

Olvida, olvida, olvida

Tres personas una esencia
Pero puedo desligarme

La magia resucita
Entre los irredentos

Palabras, palabras
¿Pero quién es el que vive?
¿Acaso alcanza el sufrimiento?

Pero ahora el aire es luminoso
El campo azul, el Cielo abierto,
Un esqueleto vestido de desierto
El metal atravesando las hojas
El triunfo del silencio

Plenitud o inconciencia
Conciencia inconsciente la armonía
Mártir, resiste la nostalgia
Mártir, resiste la belleza

Son amplias y suaves
Las lápidas de las musas

Callen, callen los que ignoran
Y aléjense los sabihondos

Ahora veo
Amplio valle de inmundicia
Ángeles comidos por chacales
Zafiros en el barro
Eruditos en las tumbas

Rueda el trípode naranja
Sacudido por los dioses en su ira;
Ignoro si rodarán vuestras cabezas,
Pido al menos rueden tras haber leído

Ay de vosotros los violentos los cobardes
Muertos y sonámbulos

Pero habrá justicia

Mártir, resiste.

David Alberto Campos Vargas, Nuevo Orden, 2007